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Mi Familia es de otro mundo.

por Yani Martin

Hace unos días me leí un libro que creo deberían leerse no solo los niños, sino también todos los padres. Un libro escrito de manera coloquial, clara, simple. Nos muestra 7 diferentes tipos de familia, y como los pequeños aceptan esos diferentes mundos, sin dilema, sin trauma,  sin complicaciones extremas; pero para esto es imprescindible que los padres sean los primeros que lo afronten así.

Tenemos la suerte de que Cecilia Blanco, la autora de este libro que se titula: “Mi familia es de otro mundo”, nos cuente algunas de las particularidades del proceso creativo y de cómo se le ocurrió la idea de contar las historias de 7 familias diferentes.

1. ¿Cecilia como se te ocurrió la idea de hacer este libro? ¿Fue basado en alguna experiencia de la infancia?

Vengo de una familia de las llamadas "tradicionales", con padres que se casaron para toda la vida y tuvieron dos niños. Mi infancia —y creo que la de muchos de mi generación— estuvo marcada por la idea de que ese era el único tipo de familia posible. No era que no existían los padres que se separaban, las madres solteras, los niños adoptados, sino que se ocultaban porque era algo vergonzoso. Por suerte, las sociedades han ido evolucionando. De a poco, fueron saliendo a la luz otras conformaciones familiares: ahora es común los padres divorciados, las familias ensambladas de las más variadas maneras, las mujeres que deciden tener solas un bebé, las parejas homosexuales con hijos, las personas solteras que adoptan, etc. De todas maneras, creo que todavía falta para poner en el mismo plano de igualdad a los distintos tipos de familias, pero vamos en el camino correcto con las leyes que se están sancionando y, sobre todo, con la aceptación social que tienen. La idea de hacer este libro va en ese mismo sentido: que los niños conozcan otras historias y que no sientan que su familia es "de otro mundo"... ¡porque todas lo son!

2. ¿Qué tiempo te tomo escribirlo? ¿Fue de eso libros que te sientas y sale de una vez o te tomo más tiempo?

Me llevó casi un año. Primero, reuniendo testimonios sobre distintos tipos de familias. Porque las historias que cuento son de ficción, pero están basadas en hechos reales. Luego, para la parte informativa, me asesoré con especialistas sobre temas legales y médicos. Finalmente tuve un intenso trabajo junto al ilustrador, como sucede en todo libro para niños. Daniel Lowy aportó mucho con sus dibujos tan cálidos y divertidos.

3. Sabemos que eres mamá. ¿Crees que eso te ha hecho mejor escritora?

No lo creo. Ser mamá es una experiencia maravillosa, pero a mí me interesa la infancia más allá de mi maternidad. Hay muchos artistas, escritores, músicos que no son padres y sin embargo desarrollaron una sensibilidad especial con el mundo infantil. Siempre cito el caso de una escritora que yo admiro mucho, María Elena Walsh, que no tuvo hijos y era lesbiana y que sin embargo fue una de las más exquisitas artistas para niños de la Argentina. Creo que escribir para los niños tiene más que ver con la conexión que uno conserva con su propia infancia y con disfrutar del juego y de las cosas esenciales de la vida.

4. ¿Qué opinan tus hijos de lo que escribes? ¿Te llevan fuerte, o no, son muy críticos?

Ja, ja, los hijos siempre critican a sus padres (salvo los que todavía tienen pañales). Pero a mis hijos les gusta lo que escrito, están orgullosos de mi trabajo. Fueron los primero que se dieron cuenta de que el perrito de una de las historias —que termina siendo un integrante más de la familia— está basado en Tucho, nuestro perro, ja, ja.

5. Me imagino que con historias tan únicas en tu libro, te deben haber pasado cosas bien interesantes con algunos niños, y por qué no, también con los padres. ¿Cuál es el comentario más atípico que te han hecho?

Me pasan cosas muy lindas con este libro cuando voy a las escuelas. Al tocar tantos temas, el libro habilita a que todos quieran contar cosas y opinar. Es común que algún niño se sienta en confianza para hablar de la muerte de un integrante de su familia. Indefectiblemente aparecen los abuelos y las mascotas como miembros fundamentales. También los niños de padres separados relatan cómo es vivir en dos casas, tener dos cumpleaños, dos vacaciones, hermanos de distintas categorías... Más que cosas atípicas, lo que veo es que los niños tienen mucha necesidad de hablar de estos temas y que los escuchen.

6. ¿Que le dirías a las personas, sean grandes o pequeños, antes de leerse: “Mi familia es de otro Mundo”.

A los niños, nada, que ojalá les gusten las historias y se diviertan con ellas. A los grandes... sí, a ellos les quiero decir que es necesario que los adultos reflexionemos sobre qué es una familia y el derecho que tienen los niños a crecer dentro de ella. Con respecto a los nuevos y viejos modelos, me atrevería a decir que no hay dos familias iguales y que no le tengamos miedo a lo distinto. Para mí lo único que importa es el amor y el respeto que se tienen sus integrantes.

Te agradecemos el tiempo y las anécdotas, pero sobretodo, gracias por escribir este hermoso libro: ¡Mi familia es de otro mundo!

 

Y ustedes recuerden que como dice Cecilia: ¡Si tu familia es de otro mundo, piensa que todas lo son!

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