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Tu niño es feliz cerca de la naturaleza.


PARA BAJITOS AL AIRE LIBRE

Se sabe que debido a crisis familiares o el bajo rendimiento escolar o por trastornos psicológicos o afectivos, los niños, como los adultos, pueden sufrir episodios de estrés.

La buena noticia es que un reciente estudio determinó que aquellos niños que tienen un contacto más frecuente con la naturaleza son menos propensos de sufrir de este mal.

Dar un paseo por las montañas, ir a la playa, visitar un río o pasar un día en el campo puede ayudar a un niño con problemas de estrés. Así lo manifestó un estudio publicado por la Universidad Autónoma de Madrid.

Para demostrar lo anterior, los investigadores visitaron cuatro colegios en Cuenca (España) y los compararon con una métrica llamada Escala de Observación de Naturaleza Cercana, “que permite evaluar de forma objetiva la naturaleza cercana a los niños en el entorno de su vivienda, en el entorno escolar y en su día a día”.

Así, se seleccionaron cuatro colegios: Un colegio con naturaleza cercana muy alta, uno con naturaleza cercana alta, un colegio con naturaleza cercana media y un colegio con naturaleza cercana baja. También seleccionaron un grupo de 172 niños y midieron su nivel de estrés comparado con la cercanía a la naturaleza.

Quienes mostraban más estrés eran los niños inscritos en un colegio con una naturaleza cercana baja, mientras que los niños que mostraban menos preocupaciones eran los alumnos del colegio con una naturaleza cercana muy alta. Es decir: Entre más naturaleza hay, menor nivel de estrés se detecta en los niños.

También, se encontró que la cercanía de la naturaleza es un factor muy importante en los niños que son más vulnerables “La ausencia o la escasa presencia de naturaleza afecta el rendimiento cognitivo de los niños.

Disfrutar de la cercanía de la naturaleza los hace sentirse más libres y los diagnosticados de déficit de atención crónico mejoran de sus síntomas”.

Si tu hijo sufre de periodos repetidos de estrés (que se manifiesta con cambios negativos en su comportamiento, hiperactividad, irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, bajo rendimiento escolar, entre otros), es recomendable visitar a un psicólogo o a un terapeuta infantil para que evalúe el nivel o las causas del estrés que sufre el niño, a veces, los padres no se dan cuenta que su hijo padece de estrés y confunden sus actitudes con pataletas o caprichos. Por eso, es deber de sus padres actuar cuando sientan que su hijo actúa de manera negativa o extraña, escucharlos sin juzgarlos puede ser un primer paso para encontrar soluciones.

Sigue las instrucciones médicas y encuentra un camino para que tu hijo se sienta cómodo y feliz. También, puedes aprovechar los fines de semana o los días libres en familia, visitando lugares en donde se pueda tener un contacto directo con los animales, las plantas y todo lo hermoso que la naturaleza nos ofrece todos los días. No sólo ayudará a tu pequeño: Te ayudará a ti.

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